Dentro de tres años celebraremos el 40º aniversario del estreno de Alien, el octavo pasajero, una de las obras maestras del cine y, por descontado, una de las mejores películas de ciencia-ficción y de terror a la vez. No es de extrañar que su eslogan todavía resuene en nuestros oídos: en el espacio, nadie puede oír tus gritos. En una época en la que la ciencia ficción estaba ya desterrada al cajón de la serie Z, el estreno de La Guerra de las galaxias propició que guiones como el de Dan O’Bannon pudiese ver la luz a manos de Ridley Scott quien, junto al artista H. R. Giger, crearon una criatura y un universo que, a día de hoy, sigue poniendo los pelos de punta.
El fenómeno Alien
Gran parte de culpa del «fenómeno Alien» fue su alto grado de realismo. Con un presupuesto bastante bajo para la época, contando más o menos con 11 millones de dólares, Ridley Scott y compañía hicieron gala de su ingenio para conseguir unos efectos impactantes. En primer lugar, la expectación creada sobre Alien vino, en un principio, por unos huevos de gallina. Estos huevos fueron los artífices de esos carteles tan característicos de la película y que aumentan la curiosidad porque no sabes muy bien a qué se refiere… hasta que ves la peli.
Otro aspecto que contribuyó a generar expectación fue ese tráiler donde no se cuenta nada. ¿De verdad no se cuenta nada? Hasta nos muestran fotogramas de la muerte de Ash o de la escena final cuando Ripley se mete en el traje espacial. El truco está en mostrar el miedo en sí y no lo que lo produce. En una época en la que estamos hartos (o, por lo menos yo) de ver destripada toda la película condensada en el tráiler, Alien consiguió mostrarnos toda la película sin desvelar absolutamente nada.
Y termina el tráiler con una frase escueta en pantalla: en el espacio, nadie puede oír tus gritos. Toma ya. Quién necesita más. A lo mejor se necesita una película que esté a la altura. Prometheus siguió más o menos la misma fórmula en su tráiler, incluso utilizando casi la misma música, y el resultado no fue un producto de altísima calidad. Ridley, tú antes molabas. Solo hay que recordar que Scott es el responsable de regalarnos Blade Runner (la segunda parte la está rodando Denis Villeneuve ahora mismo) o Gladiator (en latín, gladiator, gladiatoris).
Por qué Alien sigue funcionando
Y Alien sí está a la altura. Sigue estando a la altura casi 40 años después de su estreno. El diseño de producción está tan sumamente cuidado que, incluso ahora, muchas películas de gran presupuesto siguen estando un escalón por debajo del gran trabajo de todo el equipo que participó aquí. La realidad es que, gracias a rodar en un cementerio de aviones, se pudo ahorrar presupuesto para invertir en el propio alien. H.R. Giger consiguió un diseño totalmente innovador para la época, eliminando los ojos del xenomorfo y dejando la lubricación del mecanismo de la cabeza del alien para que tuviese un aspecto más terrorífico.
Alien y su argumento esencial
La historia de Alien se centra, en primer lugar, en el devenir de la nave Nostromo y su tripulación. Nostromo es el título de la novela de Joseph Conrad desarrollada en el puerto de Sulaco (nombre de la nave de Aliens de James Cameron). La Nostromo viaja hacia la Tierra llena de minerales, con la tripulación en estado de hibernación hasta que MADRE, el ordenador central que controla la nave, despierta a la tripulación al interceptar lo que parece un SOS.
Durante estos instantes parece que no ocurre nada y así se lo hicieron saber los productores a Ridley Scott. El director respondió que puede parecer que no ocurre nada, pero esos minutos son necesarios para meter al espectador en el ambiente claustrofóbico de la película y estoy totalmente de acuerdo. Desarrollar la historia de este modo intensifica la reacción de los espectadores al acostumbrarse a cierto tipo de calma.
El argumento de Alien, el octavo pasajero
En estos momentos, son el capitán Dallas (Tom Skerrit) y Ash (Ian Holm) los que convencen al resto de la tripulación para cambiar el rumbo de la nave y acudir al rescate de la señal de SOS que se repite cada doce segundos. Sin embargo, la señal procede de una zona del espacio sin explorar, de la luna de un planeta que ni siquiera aparece en las cartas de navegación.
Cuando llegan al objetivo, los problemas comienzan cuando la nave debe aterrizar a cierta distancia de la señal y solo tres de los tripulantes comienzan la exploración. En el foco de la transmisión no solo encuentran los huevos gigantes desde donde el facehugger ataca a Kane (John Hurt), sino que además podemos descubren al space jockey.
Mientras la mitad de la tripulación decide volver a la Nostromo por la rotura del casco de Kane, en la nave MADRE descifra qué es en realidad la señal de socorro: una señal de advertencia para que nadie se acercase. Supongo que ya todos sabréis lo que ocurre: los tripulantes van muriendo uno por uno por culpa del monstruo, unas muertes en las que no vemos al asesino y no sabemos qué pinta tiene.
Sin embargo, aunque sepamos qué va a ocurrir, en la época en la que se estrenó Alien la secuencia de las muertes de la tripulación es bastante sorprendente. Es curioso ver la película y comprobar que todos los personajes van muriendo casi en el mismo orden en el que se nos presentan, dejando a una actriz desconocida en la época como Sigourney Weaver como la realmente protagonista.
Las sorpresas en Alien
Otro de los momentos sorprendentes de Alien, y así ha quedado inmortalizado en las retinas de numerosos espectadores, es la escena del nacimiento de Alien desde el pecho de Kane. Excepto el equipo técnico y el propio Kane, el resto de los actores no tenían ni idea de cómo se iba a desarrollar la escena y las reacciones que se ven en pantalla son las reales. Como todos sabéis, Veronica Cartwright se enfadó un pelín porque se llevó la peor parte al tirarle toda esa sangre a la cara. Para no repetir la escena y conseguir unas actuaciones impresionantes, se rodó con cuatro cámaras a la vez con distintos ángulos.
Es, en ese preciso instante, en el momento del nacimiento de Alien y su posterior escapada y desaparición, cuando todos los personajes se dan cuenta de que la decisión que habían tomado para intentar salvarle la vida a un compañero va a ser lo que marque el principio del fin. A partir de aquí empezamos con el relato de terror del asesino en serie que quiere liquidar a los protagonistas con el agravante de que nuestros protagonistas están solos en el espacio y no tienen a dónde huir. Cuando Ripley accede a MADRE y comprueba que es su compañía quien ha organizado el viaje para poder llevar a la Tierra al xenomorfo sin que la tripulación importe lo más mínimo, se da cuenta de que la escapatoria es imposible.
Conclusión
Alien, el octavo pasajero sigue siendo insuperable. Aliens (El regreso) se le acerca y mucho, pero da más peso a la acción que a esa atmósfera claustrofóbica. El Alien de Ridley Scott, del diseño de producción de H. R. Giger, de la fotografía de Dereck Vanlint y de Denys Ayling, de la banda sonora de Jerry Goldsmith, pero sobre todo del guionista Dan O’Bannon que luchó por llevar su proyecto a cabo, es un hito y nunca me cansaré de verla. Sigo disfrutando con la primera versión y con el Director’s Cut que se reestrenó en 2003. Sigo disfrutando con que la protagonista sea una mujer dotada de valentía y personalidad, pero disfruto sobre todo más cuando veo que se salva junto con Jonesy, el gato pelirrojo, quien se convertiría, en realidad, en el octavo pasajero.
Me encanta que los personajes sean los obreros, que no haya hombres hipermusculados ni mujeres florero sacadas de pasarela, que los actores interpreten a gente corriente sin sobreactuar, que tengan reacciones coherentes y que todo ello se acompañe de grandiosos aspectos técnicos y un guion espectacular. Por todo ello, considero que Alien, el octavo pasajero estará para siempre entre mis películas preferidas y la seguiré viendo una y otra vez, desde este día hasta mi último día.
A continuación os dejo unas cuantas imágenes que he ido recopilando, tanto de los carteles (algunos son fan-art) como de fotos de rodaje, de maquetas y de fotogramas de la película.
Carteles de Alien, el octavo pasajero
Fotos y fotogramas de Alien, el octavo pasajero
Más información en la ficha de IMDb.
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Muy de acuerdo con lo de que es grato ver a personajes «normales» con sus reacciones consecuentes en lugar de guapos descerebrados. Muchos expertos están de acuerdo en que gran parte del encanto de la peli es que los personajes son básicamente camioneros del espacio, curritos.
Lo del pecho reventado por sorpresa, la escena del comedor, me recuerda a aquella anécdota de Psicosis en la que, se supone, Hitchcock sorprendió a su estrella con agua helada para que sus gritos en la ducha fuesen más reales. Qué cabritos son algunos directores.
P.D.: Tenemos que poner de mola los hashtags #CuandoJamesCameronMolaba y #RidleyTuAntesMolabas. Ja, ja.
Y Oliver Stone, Francis Ford Coppola, Robert de Niro… Y un largo etcétera, un día hay que hacer algo así jaja.