
La música produce un efecto espectacular en el ser humano y A 20 pasos de la fama lo explota de forma espectacular. Desde el principio, este documental nos cuenta los inicios de las coristas de estudio, aquellas cantantes que hacían los coros e incluso hacían la voz principal en los inicios del boom de la música negra en EE. UU., pasando por el auge gracias a la musica inglesa de los años 60 y 70. Ver co mo todas estas coristas contribuyeron al éxito de canciones que forman parte de la historia del soul o del rock and roll sin saber nada de ellas hace que te toquen la fibra sensible.
Para mí, la escena más impactante es el momento en el que Mick Jagger y Merry Clayton cuentan cómo grabaron la parte de voz femenina de Gimme Shelter: el estudio fue a buscar a Merry una noche a las dos de la mañana. Merry, embarazadísima, se levanta, y con el pijama y los rulos en la cabeza saca, en dos veces, los «coros» que oímos en la canción. Los pelos de punta. Por no hablar de Lisa Fischer y su poderío vocal: las veces que aparece en el documental, te atrapa por su personalidad y su fuerza.
Lo mejor: la devoción por la música.
Lo peor: entiendo que la aparición de Judith Hill es el enlace con la actualidad pero, aunque tiene pasado y presente como corista, no tiene la importancia que el resto de colegas que aparecen en el documental.




