Lo ideal en las películas como Transformers sería una buena dosis de acción y entretenimiento entre explosiones y diálogos divertidos. En este caso, Transformers: La venganza de los caídos (Transformers: Revenge of the Fallen, 2009) nos muestra qué no se debe hacer en las películas del género: amasijos, escenas en las que no sabes muy bien qué estás viendo y escenas de lucimiento para efectos especiales y el físico de Megan Fox.
La segunda película de la saga dirigida por Michael Bay vuelve a decepcionar, del mismo modo en que Guillermo del Toro nos sorprendió gratamente con Pacific Rim (2013). Es algo que ya deberíamos saber de sus películas anteriores, pero esto supone otra vuelta de tuerca más en la filmografía del director.
Lo mejor: los efectos especiales.
Lo peor: guion, actores, la película en general.