Lo bueno de escribir sobre películas vistas de hace un tiempo es que las ideas te quedan más claras. Me pasó con La vida es bella (1997), una de las películas que peor ha envejecido, incluso comparándola con otras como Jasón y los argonautas (1963), que en teoría deberían haber quedado desfasadas, aunque solo fuese por los efectos especiales. Con esto, nos llegó The Imitation Game (Descifrando Enigma) con las buenas referencias de Morten Tyldum, director del gran thriller danés Headhunters (2011), la banda sonora de Alexandre Desplat y unos actores principales como Benedict Cumberbatch, Keira Knightley o Matthew Goode. Además, en los actos promocionales nos comentaban que la película nos mostraría la interesante vida de Alan Turing, al ser una adaptación del libro de Andrew Hodges Alan Turing: The Enigma (1992), e incluso se haría referencia a Joan Clarke, con Keira Knightley gritando a los cuatro vientos que estaba orgullosísima de interpretar a la criptoanalista inglesa.
Pero, en realidad, Descifrando Enigma no funciona ni como película histórica ni como thriller de espías ni como drama y, mucho menos, no funciona como película sobre la homosexualidad de Alan Turing ni la denuncia al trato que recibió por parte de las autoridades británicas. Hay bastantes webs en donde se explican los ingentes errores históricos, así que no me voy a repetir, pero los hay, y grandes. La historia parece más bien realizada para el lucimiento de Benedict Cumberbatch como si de su personaje de Sherlock se tratase. A veces, ese encasillamiento te persigue durante un tiempo y otras veces puede durar hasta tu muerte. Cumberbatch debe deshacerse de esto cuanto antes para que dejen de llamarle Sherlock porque, si no, acabará como nuestro querido Leonard Nimoy. La película es fallida pero no por ello deja de ser entretenida, pero su finalidad, su propósito, se va diluyendo en el metraje, hasta que la historia se deja llevar hasta el final sin sorprender ni emocionar. Si este guion, ganador del Oscar, es mejor que el de Whiplash, que baje Billy Wilder y lo vea.
Lo mejor: la primera parte de la película, presentaciones, descripción histórica, el acercamiento a Enigma.
Lo peor: el corte académico y no centrarse en una línea argumental para cerrarla…