Slow West es la primera película de John Mclean tras haber realizado dos cortometrajes protagonizados por Michael Fassbender, uno de ellos grabado con un móvil y el otro llegó a ser ganador del BAFTA al mejor cortometraje de 2011. Tras esto, Michael Fassbender le ayuda como productor y protagonista de su primer largometraje. El resultado es agradable, pero lejos del entusiasmo: estamos ante un western para modernos. En primer lugar, tenemos como protagonista a Kodi Smit-McPhee, al que hemos visto en The Road (2009), Let Me In (2010), Young Ones (2014) o El amanecer del planeta de los simios (2014). Lo veremos también en la próxima entreg de X-Men interpretando a Nightcrawler. Jay viaja desde Escocia hasta el Lejano Oeste para encontrar a su amada, a Rose. Por el camino se encontrará al personaje de Fassbender, Silas, un forajido que le ayudará a alcanzar su fin. En su camino se encontrarán con diferentes obstáculos hasta la escena final.
Aunque Slow West dura menos de hora y media, hay momentos en los que se hace demasiado lenta, tras un inicio más que interesante. Es su nudo el que falla, porque tanto la presentación como el desenlace están a una altura considerable. Quizá por ello ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance de 2015, festival que, recordemos, eligió como mejor película la gran Whiplash. Al final, nos quedamos con un par de buenas anécdotas que incluso logran sacarnos un par de carcajadas y poco más. Una película totalmente olvidable pero que tampoco molesta como para darle una nota baja.
Lo mejor: los secundarios.
Lo peor: la historia poco desarrollada del protagonista.
