En casa tengo un fan de Sophia Coppola, así que no me pude librar de La seducción estando disponible en Movistar. No soy demasiado aficionada al cine de la directora, pese a que reconozco su factura. Su cine, básicamente, no me entusiasma.
En La seducción podemos disfrutar de una película con una factura cuidada en ciertos aspectos y no tanto en otros. Pese a que la iluminación es uno de sus puntos fuertes al depender únicamente de luz natural o de las velas que aparecen en pantalla, hay otros elementos del film que ya no están tan cuidados. No solo el peinado de Elle Fanning que parece sacado de un Instagram millenial, sino también ciertos comportamientos más propios de esta era políticamente correcta que de la época de la Guerra Civil en Estados Unidos.
Basada en la novela de Thomas Cullinan, esta segunda versión (la primera fue El seductor de Don Siegel protagonizada por Clint Eastwood) ha optado por mostrar una historia preciosista pero carente de la oscuridad que se presentaba en el tráiler. Bajo mi punto de vista, la trama podría haber dado mucho más de sí. Sin embargo, se ha quedado en una demostración del poder interpretativo de Kirsten Dunst sobre el resto de sus compañeros.
No está de más recordar que la adaptación de la novela relata cómo una niña rescata a un soldado yanki en plena Luisiana, llevándolo a su escuela de damiselas, donde lo comienzan a curar. En un primer lugar, todas las niñas y mujeres que viven en la escuela desconfían de él por ser del bando contrario pero, a medida que avanza en su curación, la situación se transforma hacia una desconfianza entre ellas por los celos que se generan y por querer ser la más amada por parte del soldado.
Sin embargo, a Sophia Coppola sí hay que darle el debido crédito por ofrecernos la otra cara de El seductor. Si en la película de Don Siegel el protagonista absoluto era el hombre y ellas giraban en torno a él, en La seducción lo importante son ellas, son sus miedos y sus deseos, el despertar sexual, la constricción y el vivir en una vida encorsetada para las mujeres, tomando como ejemplo una escuela para saber comportarse como damas de verdad.
En resumen, La seducción me ha resultado correcta de forma general, si bien podría achacarle falta de «lo feo» por hacer sobresalir, más que nada, su factura visual. Supongo que la culpa de mi escaso interés tiene que ver, y mucho, con que a Sophia Coppola le interesa mostrar la belleza de no perder los buenos modales. Lo siento, no me convence.
Yay & nay
Lo mejor: Fotografía. Vestuario. Kirsten Dunst.
Lo peor: Demasiado políticamente correcta. Elipsis que no te dejan asimilar la relación entre personajes. El peinado de Elle Fanning.
Va, no se que idea tendría Sofía Coppola para este proyecto, pero salvo por la fotofrafía y algunas interpretaciones le quedó muy flojito el conjunto si la comparamos con la de Clint Eastwood por ejemplo