Se me ha hecho de rogar la vuelta a la gran pantalla de Paul Verhoeven pese a las maravillosas críticas cosechadas. No valen las excusas porque es de agradecer, con todo lo que comporta, que nos ofrezcan la posibilidad de ver algo diferente, alejándose de remakes, reboots, secuelas, homenajes y spin-offs que tanto le gustan a las productores hollywoodienses hoy en día.
En Elle vemos a una mujer independiente y alejada de lo que solemos ver en cines, interpretada por una maravillosa Isabelle Huppert, que lleva la película sobre sus hombros sin mucho esfuerzo. La historia, sin embargo, es la adaptación de la novela Oh… de Philippe Djian, una novela que, como la película, entremezcla sexo, thriller, muerte y dilemas generacionales.
Uno de los aspectos que más me han gustado de Elle es que no te lleva por donde tú quieres, sino por donde la protagonista quiere. Durante las más de dos horas de metraje se nos intenta dar a conocer la compleja personalidad de Michèle, marcada por su oscuro pasado, su emocionante presente y su incierto futuro como una víctima que se niega a vivir un papel débil ya que no nos encontramos con una mujer perfecta, ni mucho menos.
Michèle tiene una personalidad irregular, como desgraciadamente se comporta la historia cuando intenta tocar los palos que se alejan de la trama principal, o cuando al final te das cuenta de que se ha pasado por encima de unos personajes que podían ser interesantes, o cuando la sensación que te queda es que no has profundizado en nada y todo queda abierto. En cuanto a la peli, acabé con la misma impresión que al terminar de ver Lundi matin: me presentas el qué pero no el cómo ni el por qué.
Yay & nay
Lo mejor: Isabelle Huppert, la oscuridad del personaje principal y la estructura de las primeras escenas.
Lo peor: Poca profundidad de los personajes secundarios, trama contada a vuelapluma.
Para mí se salva de la media por los giros y por no caer en los tópicos, como le suele pasar a la industria USA, en este tipo de películas. La protagonista lleva todo el peso de la producción y lo hace con solvencia, al igual que su personaje en la empresa.