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The Disaster Artist (2017)

The Disaster Artist

The Disaster Artist

Si seguís este blog desde hace tiempo, sabréis que me fascina James Franco. Así que cuando me enteré de que iba a hacer una peli sobre The Room pensé que ya volvía por sus fueros, haciendo rarezas un poco frikis porque a eso se dedica. Y, de pronto, The Disaster Artist consigue la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián. Se veía que la cosa podía ir en serio.

Para disfrutar de The Disaster Artist es recomendable que veas, o antes o después de la peli, The Room. No es obligatorio, pero te ayudará a entender mejor qué ocurre en la peli de James Franco. Cuando la veas, recuerda que debe ser en alguna sesión de madrugada, tras haberte tomado unas copichuelas y, si puede ser, con tu grupo de amigos que lleven, por lo menos, tantas copas encima como tú. Así es cómo se disfruta The Room.

Ahora bien, James Franco nos ha construido un relato sobre Tommy Wiseau, su lucha por ser tomado en serio, por ser una estrella de cine. Wiseau es un personaje extraño que no asume su realidad. Probablemente sea polaco (o, por lo menos, nacido en alguno de los países del Pacto de Varsovia) y haya nacido en los años 50. Él sigue diciendo que es de Nueva Orleans y no desvela su edad. Es un personaje apasionado y visceral. Quizá demasiado apasionado. Por eso su forma de actuar se pasa de la raya constantemente dejando en desfasado el término «sobreactuación». Y a todo esto se añade que paga millones de dólares de su bolsillo para realizar una peli.

James Franco analiza el personaje no desde la parodia sino desde el respeto, algo muy difícil de realizar cuanto tienes entre manos llevar la vida a la gran pantalla de una persona del calibre de Wiseau. El calibre de su propuesta aumenta cuando cuenta, entre las filas del reparto, con actores como su propio hermano, Dave Franco, o su eterno amigo Seth Rogen. El caso es que ha conseguido ofrecer al público una invitación hacia la desesperación del protagonista, hacia sus sentimientos en torno a la amistad y a la traición y hacia la adaptación de tus pretensiones a lo que la gente ve de ti.

El personaje de Tommy Wiseau coincide en una clase de interpretación con Greg (Dave Franco), un aspirante a actor con vergüenza cuando actúa. Los dos se hacen amigos hasta la médula cuando Greg le muestra Rebelde sin causa a Wiseau y este le lleva a Los Angeles para que los dos se conviertan en estrellas de Hollywood. Cuando ambos están a punto de darse por vencidos por el gran rechazo que sufren, deciden realizar su propia película. Wiseau escribe el guion y, seguidamente, arreglará todo para que tanto él como su amigo consigan tener, al menos, una película.

The Disaster Artist es, sobre todo, la historia de amistad de estos dos amigos. Dos amigos que deben lidiar con la frustración, uno siendo consciente de sus limitaciones y, otro, evadiéndose de la realidad. Lo secundario es realizar una película exaltando la genialidad del cine bizarro, pero si hay que hacerlo, se hace. Si The Room pretendía ser un drama con la intensidad de Tennessee Williams para acabar siendo una comedia abrazando la sorprendente respuesta del público, The Disaster Artist pretende ser una biografía cómica desde el respeto y ha acabado siendo una más profunda que tiene que ver más con el fracaso y cómo reciclarte.

Por cierto, no os perdáis los créditos y la escena post-créditos. Y obligatorio verla en versión original.

Yay & nay

Lo mejor: El dilema entre lo que puede llegar a ser ridículo o sublime dependiendo de quién vea una película, las interpretaciones de los Franco.

Lo peor: Algunas escenas sí parecen parodias aunque James Franco haya tratado de desmentirlo.

Puntuación

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1 comentario en «The Disaster Artist (2017)»

  1. Bueno, yo creo que algo de parodia sí que tiene sobre todo cuando se dan esos pases de fútbol americano o la barba de Dave Franco y sí, hay que verla en versión original porque ahí se disfruta del extraño acento de Wiseau y cómo lo borda James Franco.

Y tú, ¿qué opinas?

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