Etan Cohen es el guionista de Tropic Thunder o Idiocracia. Son dos películas absurdas pero si bien la primera hasta tuvo una nominación al Oscar por el papel de Robert Downey Jr., la segunda partía de una gran premisa pero se iba diluyendo en el metraje. Ahora Etan Cohen se pasaba a la dirección de una de estas típicas chorradas que de forma inexplicable siempre consiguen una recaudación que triplica el presupuesto inicial. De verdad, no me lo explico. No me entra en la cabeza. Esta peli es tan mala que no parece una comedia. Vale, están los típicos gags que pueden tener alguna gracia (que la tendrían igualmente en un vídeo de 20 segundos), como cuando aparece en pantalla John Mayer. Supongo que sabréis quién es por ser un mujeriego que ha salido con un montón de famosas (Jennifer Aniston, Taylor Swift, Katy Perry…), pero para mí es uno de los mejores guitarristas del panorama actual.
Dicho esto, Dale duro es la típica historia de un multimillonario (Will Ferrell) estúpido al que le cargan un marrón, así que debe entrar en la cárcel en 30 días. Para no morir ni ser violado en la cárcel, contrata los servicios de su lavacoches, Darnell (Kevin Hart), para aprender a sobrevivir en la cárcel. La película trata todo el rato sobre los clichés de todas las cárceles y cómo enfrentarse a ellas, es decir, poner al personaje rico en un contexto de pobres y negros para que el choque cultural sea más fuerte, como una especie de Nada que perder (1997) con Tim Robbins y Martin Lawrence (alto y bajito, igual que estos dos). El final se resume en que casi me quedo medio dormida y que hay pocas escenas divertidas.
Lo mejor: John Mayer, como siempre.
Lo peor: no tiene gracia y eso es lo peor que se puede decir de una comedia.
